lunes, 13 de octubre de 2008

INTERESANTE ENTREVISTA SOBRE CARLISMO

El periódico asturiano La Nueva España ofrece una entrevista con el historiador asturiano Manuel Álvarez. Toda ella gira en torno al carlismo y podemos encontrar aspectos con los que estamos de acuerdo junto a otros que no compartimos. Para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones, aquí la ofrecemos:


«
El nacionalismo vasco se apropió de forma grosera del sentido foral de los carlistas»

«El carlismo tiene un estereotipo que olvida su capacidad de adaptarse, pero manteniendo unos principios sólidos»


MANUEL ÁLVAREZ GARCÍA Profesor de Historia

J. M. CEINOS
Desde hace casi 17 años Manuel Álvarez García (Astorga, 1964) es profesor en el Instituto de Educación Secundaria La Magdalena, de Avilés, donde imparte Ciencias Sociales y Geografía e Historia. Es licenciado en Geografía e Historia, en Sociología y en Ciencias Políticas. Ayer pronunció, en el Ateneo Jovellanos, una conferencia titulada «Historia del carlismo».

-Está extendida la idea de que el carlismo es el antecedente del nacionalismo vasco, lo que pone muy furiosos a los carlistas. ¿Está de acuerdo con los defensores del «rey legítimo»?

-Efectivamente, hay una apropiación grosera del nacionalismo vasco del sentido foral. Tienen muy poco que ver, aunque es cierto que algunos carlistas son los padres de los posteriores nacionalistas, en algún caso. El sentido de fueros para el carlismo es el de las libertades históricas, que, como se puede comprobar, tiene que ver muy poco con el nacionalismo vasco.

-¿El carlismo es nacionalista?

-En principio, no; de hecho, los tres lemas principales del carlismo son los de «Dios, Patria y Rey» y el lema «Fueros» es posterior. En el año 1933, por cierto, no se habla nada de «Fueros». El carlismo es un movimiento profundamente centralista, aunque sí mantiene las peculiaridades propias de las regiones. El historiador Jordi Canal llama «apropiación indebida» a lo que hacen los nacionalistas excluyentes del término carlismo.

-Al estallar la Guerra Civil de 1936, la cuarta para los carlistas, de hecho el Partido Nacionalista Vasco permaneció fiel al Gobierno republicano y los carlistas se alzaron en armas en la plaza del Castillo de Pamplona a favor de los sublevados...

-Efectivamente, y lo que hacen es militarizar a los requetés. En ese sentido, hay una confrontación, lo que pasa es que del carlismo hay un estereotipo que olvida que tiene una capacidad de adaptarse muy importante, por eso el carlismo de 1936 no es el mismo, evidentemente, que el de 1983, y el de 1933 no es el mismo que el carlismo del siglo XIX, hay una constante readaptación, pero manteniendo unos principios sólidos. Aunque el carlismo es ahora una ideología marginal pervive, mientras que otras ideologías basadas sólo en un monarca, como el «miguelismo» portugués, ya no existen.

-¿El carlismo existirá mientras viva don Sixto de Borbón, que es soltero?

-Por ejemplo, lo que pasa es que éste es otro problema. El concepto de rey, en la misma transición, se divide con Carlos Hugo, que habla de un carlismo de izquierdas. El legitimismo no es sólo el carlismo, es el carlismo pero muchas cosas más, y ahora mismo muchos carlistas no tienen claro quién sería su rey.

-¿El carlismo tuvo fuerte implantación en Asturias?

-No, durante las dos primeras carlistadas, que es la época dorada del carlismo, Asturias fue un escenario secundario. Los apoyos sociales del carlismo eran fundamentalmente de los sectores que se sentían agraviados, pero entre una población que, como la de Asturias de mediados del XIX, era campesina no prendieron las ideas carlistas, que eran la vuelta al Absolutismo.

-¿El carlismo es la última ideología romántica que pervive en España?

-Clarísimamente, y lo más importante del carlismo es que perviva, aunque prácticamente no tenga ningún apoyo electoral.

-Hagamos «historia-ficción»: ¿y si hubieran ganado?

-Es una pregunta interesante.

-¿España hubiera vuelto al Antiguo Régimen?

-Eso era imposible. Se rotula al carlismo como un movimiento irracional, en el sentido de negar cosas de la razón, pero dentro del carlismo había brillantes pensadores. No había vuelta atrás.

No hay comentarios: