En su diario va exponiendo el día a día de aquella guerra y poniendo de manifiesto sus desavenencias con otros mandos carlistas, especialmente Vallés, como puede constatarse en el siguiente extracto de su diario. En él se destacan dos de los principales victorias carlistas: la toma de la población liberal por excelencia del Maestrazgo, Vinaroz, cuna de Wenceslao Ayguals de Izco principal artífice de la leyenda negra contra Cabrera y carlismo en general, y de la principal población, junto a Tortosa, del sur de Cataluña, Amposta.
Este diario se ha conservado en manos de su familia, residente todavía en Alcalá de Xivert, y actualmente está cedido al Aula de Cultura Militar de Castellón "Bermúdez de Castro". Puede consultarse libremente en su web, en la sección Centro Documentación.
Decir que de estos tres líderes, Cucala fue el único que murió en el exilio sin acogerse al indulto del gobierno de la Restauración. Sus restos siguen reposando en una tumba olvidada en el cementerio de Colliure-Port Vendres, en el sur de Francia, curiosamente junto a los de otros españoles exiliados en diferentes circusntancias. ¿Será posible algún día su regreso a la tierra de sus amores?
TOMA DE VINAROZ, 21 DE FEBRERO DE 1874
Toma de Sr. Vallés y Sr. Segarra de Vinaroz. Vinaroz es un pueblo, importante puerto de mar y muy fortificado con su Artillería. Cucala estaba a una hora de Vinaroz al pueblo de Benicarló y notando de que en la guerra pasada jamás pudieron tomarlo los carlistas, pues algunos habitantes estaban armados y dispuestos a defenderse, pero un sargento del pueblo de Chert llamado Nicolás y otro oficial de Artillería estos dos estaban de acuerdo con los carlistas y los cañones los tenía parados con polvora sola el Artillero y Vinaroz estaba vendido en cinco mil duros y les prometió de dejarles la puerta de Cálig abierta y entretanto el sargento Nicolás estaba convidando a la guardia saltaron las murallas los carlistas y enronces el centinela tiró un tiro a los carlistas y entonces por los demás guardias se pusieron en pie y se principió el fuego y los carlistas se volvieron fuera de Vinaroz detrás de las murallas y entonces Segarra les dijo a los carlistas a dentro hijos míos que Don Pascual Cucala ya está dentro por la puerta del mar y entonces los voluntarios recobraron ánimo y saltan otra vez la muralla y no encuentran ya resistencia. Y se marchan en dirección al fuerte y les tiran unos cañonazos y los carlistas como ya sabían de que los cañones estaban con pólvora sola y no les podían hacer ningún daño y entraron por las calles y el coronel que mandaba la guarnición que se componía de cuatro compañías llamado Navarro y el nombre del batallón el llamado de Mérida y Castrejana y algunas fuerzas de carabineros y algunos nacionales con que fue sorprendida y al verse dentro de la población a los carlistas se defendió bizarramente cuatro horas, pero al fin tuvo que rendirse, quedando prisionero el coronel Navarro y el Brigadier Arín que estaba en la población de paso y otros jefes y oficiales, apoderándose los carlistas de tres cañones de hierro, dos de bronce de a 16 y dos obuses y más de 800 fusiles y una porción de escopetas y algunos pertrechos de guerra. Día 20 de febrero 1874.
Día 21. Don Pascual Cucala pasó a atacarle al pueblo de Amposta, situado en el desembocadero del Ebro y el segundo día del fuego le mandé dos ordenanzas al Sr. Vallés para que le dejase dos cañones con un oficio y Vallés se negó al pedido; y entonces yo fui prosiguiendo el fuego y al tercero día los republicanos de que los carlistas preparaban el asalto por las murallas se desanimaron y abandonaron la población y al pasar el río en la barca querían ponerse muchos dentro y no cabían y cayeron dentro del río; y entré yo en la población y encuentro dos cañones y algunos fusiles y les cogí algunos prisioneros a causa de que no les di tiempo para pasar el Ebro; pues el señor Vallés ya había intentado de ver si podía entrar en esta y no pudo conseguirlo y yo después de haber tomado la población y todos los pertrechos de guerra recibí un parte del general Palacios de que me retirara porque a la población de Amposta no le podía entrar al asalto porque se causarían muchas pérdidas y esto ¿dodo? eran intendencias del Sr. Roca, partidario del Sr. Vallés y este es el único oficio de que ha mandado en toda la guerra el general Don Manuel Salvador Palacios y ni tampoco ha mandado ninguna operación militar; las bajas del enemigo fueron veintitrés y algunos prisioneros y yo no tuve ninguna, más que cuatro contusos.
De izquierda a derecha los principales protagonistas de este relato: Francisco Valles, Pascual Cucala y Tomás Segarra.
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