domingo, 13 de febrero de 2011

LA BATALLA DE CAMORRA, BOCAIRENT 22 DE DICIEMBRE DE 1873

LA BATALLA DE CAMORRA

Luis Pérez Domingo

Tras sus incursiones por tierras de Castilla el coronel Santés- más tarde brigadier- permaneció en Chelva, centro militar para los carlistas que operaban en la provincia de Valencia, hasta mediar el mes de diciembre de 1873. El día 18 reunió a sus fuerzas en Enguera, con el propósito de entrar en Játiva, pero como a esta ciudad había llegado el general Weyler al frente del ejército republicano, decidió pernoctar en Mogente, marchando al día siguiente a Ollería, a través de Vallada y Ayelo de Malferit. Desde allí pasó a Onteniente e inmediatamente después a Albaida, donde racionó a sus hombres, para regresar a Onteniente, y dirigirse luego a Bocairente, donde llegó en la noche del día 20.

Por su parte, Weyler dejó Játiva para encaminarse a Canals, pero retrocedió sobre sus pasos sin pérdida de tiempo, ante el temor de que los carlistas aprovecharan su ausencia para entrar en aquella ciudad. El día 20 resolvió marchar a Onteniente, y tras comprobar el paso de las tropas carlistas por esta población, se dirigió a Albaida en su persecución. Santés, como sabemos, había regresado a Onteniente. Desde Albaida, siguiendo la estela de los voluntarios carlistas, Weyler se dirigió a Bocairente.

En las proximidades de esta localidad se enfrentaron ambos ejércitos. Los carlistas, algo superiores en número, estaban peor armados, con una carencia que no lograron solventar durante toda la campaña y que condicionó muchas veces, ahora también, el resultado final de la batalla. Se combatió hasta el anochecer. Al cesar el fuego, mientras los carlistas permanecieron en el Alt de la Creu y en los pinares del Racó, los republicanos se retiraron a la villa. Hacia las 10 de la mañana del día siguiente, 22 de diciembre, se reanudó el combate. La victoria estuvo tan cerca de Santés y los suyos, que Weyler quiso suicidarse, frustrando su intento un ayudante del general. La falta de municiones, a la que he aludido, endémica en el ejército carlista, acabó por decantar la victoria a favor de los republicanos, cuando los carlistas se vieron precisados a retirarse de sus posiciones, a media mañana, acosados por el frente y uno de sus flancos. Sin embargo, el castigo infringido a los republicanos fue tan considerable que Weyler no pudo completar el éxito persiguiendo a sus adversarios, que se retiraron a Mogente.


General Santés y otros combatientes carlistas en la batalla de Camorra, todos ellos originarios de Liria (Valencia).

Muy cerca del campo de batalla fueron enterrados sesenta y dos muertos, carlistas y republicanos. En su entorno se plantaron algunos cipreses y se colocó una cruz de madera, sustituida en 1912 por otra de piedra asentada sobre un pedestal del mismo material, con esta inscripción: “Sesenta y dos víctimas, de sus ideales unos, de la disciplina otros, yacen aquí. ¡Honor y gloria a los que murieron en el cumplimiento del deber el día 22 de diciembre de 1873!”.

Último acto celebrado en Bocairent por la CTC, 8 de marzo de 2003

Este modesto monumento fue erigido por iniciativa carlista, aunque contó con aportaciones de distintas procedencias, y su bendición tuvo lugar el 19 de octubre,en una sencilla ceremonia en la que intervino el entonces jefe regional carlista Manuel Simó, con asistencia de carlistas de Bocairente y Onteniente, y a la que acudieron cuatro veteranos que habían participado en la batalla. La bendición corrió a cargo del párroco de Bocairente, reverendo D. Antonio Artés, que dedicó unas palabras a ensalzar el acto de tan profundo significado cristiano.


Como sucedió con tantos otros signos religiosos, también esta cruz fue destruida en 1936 por los frentepopulistas. Al término de la contienda se colocó otra de hierro forjado, que no escapó tampoco al odio de los de siempre. En 1988 fue aserrada y robada, mientras las estaciones del Vía Crucis aparecían profanadas con pintadas antirreligiosas, independentistas y marxistas. Se repuso al año siguiente. Y allí tienen su eterno descanso, juntos y esperemos que en paz para siempre, quienes se vieron obligados a enfrentarse en vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por mi aficion al senderismo, he visitado muchas veces Bocairent y en algunas he estado en este monumento. Una pena que se profane un recuerdo a gente que dió su vida por un ideal.Esperemos que tengan como dice el texto un descanso para siempre. Ahora que conozco los hechos sentiré más emoción la proxima vez.Gracias.