Castellote acogerá desde el próximo 29 de septiembre la segunda edición de la exposición temporal Tiempos convulsos en el Maestrazgo; bandidos, franceses, liberales y carlistas en el siglo XIX. La inauguración tendrá lugar en la Casa de Cultura de Castellote a las 11.30h.
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| Litografía de Castellote en los años de la primera guerra carlista |
Esta exposición sigue los pasos de la celebrada el año pasado en la localidad de Fortanete. Sus objetivos son los mismos: mostrar a los habitantes de la comarca, y a todo aquél que quiera acercarse, un territorio que en el siglo XIX fue transformado por la guerra con los cambios sociales que ello acarreó además de los costes económicos y humanos, para convertirse uno de los centros más importantes de la insurgencia carlista. Fue un siglo convulso en esas tierras aragonesas, marcado por el estallido de las dos Guerras Carlistas y por la difusión de las ideas políticas defendidas por cada bando. En ello, como se refleja en este proyecto itinerante, jugaron un papel importante tanto la prensa como la guerra misma, que llevó de un lado a otro las ideas y los símbolos que las representaban.
El Maestrazgo fue uno de los escenarios clave de este periodo, donde actuaron personajes tan relevantes y carismáticos como Ramón Cabrera, más conocido como el “Tigre del Maestrazgo”, o Baldomero Espartero, “Duque de la Victoria”. Castellote cuenta con uno de los restos arquitectónicos, históricos y militares de mayor entidad de la comarca, el Castillo de Castellote, una fortaleza medieval que reedificaron los carlistas y que ha sido objeto de excavación arqueológica recientemente.
La exposición se construye a partir de los testimonios documentales que han pervivido, así como de los restos materiales e inmateriales recogidos por los habitantes de esta zona aragonesa.
Desde el invierno de 1839, cuando el general Espartero marchó con sus fuerzas a Aragón, toda la atención se dirigió hacia el Maestrazgo. Todas las miradas, las nacionales y las internacionales, confluían sobre esas tierras. La guerra se resolvió a favor de los liberales y el episodio de la toma de Castellote, en marzo de 1840, fue un hecho central en el avance de las fuerzas gubernamentales hacia Morella.
Castellote, constituye todo un símbolo de la resistencia final del carlismo en el Maestrazgo. El fuerte de San Cristóbal, el castillo medieval y la ermita de San Marcos constituían los puntos clave de la defensa carlista. En el curso del ataque del ejército de Espartero, se abandonaron San Marcos y el pueblo. Posteriormente cayó San Cristóbal, para finalmente centrarse los ataques de la artillería sobre el viejo castillo. Tras la toma de la fortaleza, el general Espartero hizo saltar por los aires la torre medieval, donde el gobernador había establecido su puesto de mando, para impedir que volviera a ser usada en ocasiones posteriores.
Fuente: La Comarca
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