jueves, 23 de octubre de 2008
LAS CARAS DEL TERROR
Esta fotografía, tomada en Caspe el 25 de julio de 1936, nos muestra la imagen de la tristemente célebre “Brigada de la muerte”, un grupo de anarquistas miembros de la “Columna Ortiz” de la CNT-FAI que durante el verano y otoño de 1936 sembró el terror por tierras aragonesas y catalanas, concretamente por las comarcas de Caspe, Bajo Aragón, Ribera d´Ebre, Priorat y Terra Alta. Este grupo fue responsable de la muerte de más de doscientas cincuenta personas, bastantes de ellas carlistas. Entre sus desmanes, como se puede apreciar en la foto, también se incluyen profanaciones y sacrilegios.
Esta siniestra banda estaba dirigida por Pascual Fresquet Llopis (en la foto el que sostiene la cabeza del Sagrado Corazón, con pistolón al cinto), pistolero anarquista antes, durante y después de la Guerra, si bien murió en 1957 recibiendo los auxilios espirituales de un sacerdote francés, de uno de aquellos sacerdotes a los que tanto había odiado hasta llegar al asesinato de muchos de ellos. ´
Su historia y la de esta “Brigada de la muerte” ha sido recogida en un interesante y trepidante libro escrito por el periodista Toni Orensanz que lleva por título “L´òmnibus de la mort: parada Falset”, que se ha convertido en uno de los libros en lengua catalana más vendidos en los últimos meses. El libro nos muestra el proceso de investigación seguido por el autor para llegar al conocimiento de los personajes, desde la perspectiva de un escritor “de izquierdas” con sus particulares conclusiones e intentos de comprensión de los porqués de las acciones violentas de los anarquistas (pero siempre condenándolas firmemente), con los que podremos estar más o menos de acuerdo. Pero al final del libro lanza una serie de interesantes y valientes preguntas “¿Quién controlaba a los incontrolados?”. Todo un campo para trabajar y obtener respuestas de sumo interés.
Volviendo a las víctimas causadas por este grupo de criminales, quisiéramos recuperar del olvido el nombre de 25 carlistas catalanes de los cuales hemos podido comprobar que murieron en manos de Fresquet y sus compinches en sus particulares “rutas de la muerte” por diferentes poblaciones de Tarragona:
En Flix, el 6 de septiembre de 1936 asesinaron a los siguientes carlistas:
- Francisco Estopà Navas, casado, de 54 años, carpintero.
- José Ferré Díez, casado, de 47 años, empleado.
- Ramón Forús la Rosa, viudo, de 59 años, agricultor.
- Jaume Masot Bagés, casado, de 60 años, jornalero.
- Josep Mª Rey Lletja, soltero, de 33 años, herrero.
- Ramón Sánchez Masot, casado, de 40 años, agricultor.
En Gandesa, el día 13 de septiembre, en plenas fiestas mayores fueron fusiladas en las tapias del cementerio veintinueve personas, entre ellas los carlistas:
- Rafael Aubà Meseguer, viudo, de 52 años, agricultor.
- Tomàs Alcoverro Aubà, soltero, de 29 años, agricultor.
En Ascó, el día 14 de septiembre asesinaron, entre otros vecinos de la población, a los hermanos:
- Josep Jordà Masip, casado, de 42 años, propietario, “muerto por ser sospechoso y significado en política”.
- Josep Antoni Jordà Masip, soltero, propietario, que “aunque no figuraba en la lista [junto a su hermano], se les aplico a ambos la justicia que merecían”.
En Falset, el día 14 de septiembre fueron asesinadas veintisiete personas, arrancadas de sus hogares y conducidas a Ca l´Amigò o Casa de Pilatos, desde donde partirían en camión, atados de dos en dos y en diferentes turnos hacia las tapias del cementerio donde serían ametrallados sin piedad. Entre ellas quince carlistas:
- Tomàs Alaix Gassó, soltero, de 24 años, agricultor.
- Pedro Amorós Amigó, casado, de 57 años, agricultor.
- Eusebio Aragonés Sabaté, casado, de 38 años, propietario.
- José Mª Bartolomé Rovira, soltero, de 34 años, cartero.
- Ricardo Bes Aguiló, casado, de 49 años, agricultor.
- José Bové Bous, soltero, de 23 años, peluquero.
- Ramón Cortés Pujol, casado, de 47 años, empleado.
- Jaime Doménech Bes, soltero, de 27 años, agricultor.
- Rafael Doménech Munté, casado, de 47 años, agricultor.
- Basilio Ferré Marco, casado, de 48 años, agricultor.
- José Mallofré Crusat, casado, de 26 años, agricultor.
- José Marqués Batllevell, viudo, de 65 años, agricultor.
- José Martí Valdría, soltero, de 45 años, agricultor.
- Juan Munté Borrás, soltero, de 26 años, aserrador.
- Eugenio Rull Sabaté, casado, de 51 años, agricultor.
Murieron tras rezar juntos el acto de contricción y respondiendo al grito de “VIVA CRISTO REY” que lanzó el joven Tomàs Alaix.
Aquí están sus nombres y sus testimonios, que han de perdurar en nuestra particular memoria histórica.
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