viernes, 30 de septiembre de 2011

A LOS 75 AÑOS DE LA MUERTE DE SMC D. ALFONSO CARLOS I


Por Lo Mut del Maestrat

Don Alfonso Carlos Fernando José Juan Pío de Borbón y Austria-Este, segundo hijo del infante D. Juan de Borbón y Braganza (más tarde, el polémico Juan III en la genealogía carlista) y de la archiduquesa Dª Beatriz de Austria-Este, nació en el exilio de Londres el 12 de septiembre de 1849. Fue apadrinado por sus tíos, el rey carlista Carlos VI, conde de Montemolín, y María Teresa de Francia, esposa del rey francés en el exilio Enrique V. Ambos era, respectivamente, hermanos de su padre y de su madre.

Cuerpo sin vida del Rey D. Alfonso Carlos I
De 1851 a 1859, la niñez de D. Alfonso transcurrió en el Ducado de Módena, al lado de su madre, su hermano Carlos y de su tío, el Duque Francisco V. En 1853 se produjo la separación de sus padres. El 15 de junio de 1857 fue confirmado y recibió la comunión de manos del Papa Pío IX, pontífice con el que guardará una estrecha relación. En 1859, se trasladarán a Praga y en 1867 a Gratz.

En 1868, tras un viaje a Tierra Santa, se alistó voluntario en las tropas que defendían los territorios pontificios frente a los garibaldinos. Lo hizo en el cuerpo de los Zuavos pontificios como soldado raso, renunciando el empleo de oficial que Pío IX le ofrecía en su ejército. Un año después fue ascendido a teniente de la  6ª Compañía del 2º Batallón de zuavos, una unidad formada por 80 hombres, entre ellos varios españoles. El 20 de septiembre de 1870 su compañía fue la encargada de defender la Puerta Pía con una grandísima desproporción de fuerzas: unos 100 contra 15000. D. Alfonso y sus hombres fueron hechos prisioneros y trasladados a Civitavecchia, de allí pudo escaparse y, disfrazado, embarcarse en un navío francés que le llevó a Tolón. De allí a Vevey (Suiza) donde se reencontró con su hermano Carlos VII, ya proclamado rey tras la abdicación de su padre D. Juan, el 2 de octubre de 1868. Después volvió a Gratz, junto a su madre.

El 26 de abril de 1871, contrajo matrimonio en la capilla del castillo de Klein-Heubach, en Baviera, con su prima la princesa María de las Nieves Isabela Eulalia Carlota Adelaida Micaela Rafaela Gabriela Gonzaga de Paula y de Asís Sofía Inés Romana de Braganza y de Löwenstein-Werthein-Rosemberg, nacida en esa misma población el 5 de agosto de 1856, hija del depuesto rey Miguel I de Portugal y de la reina Adelaida. Para poder contraer matrimonio era necesaria la dispensa papal por impedimento de parentesco, que fue otorgada por Pío IX por una Bula en la que recordaba y reconocía los servicios que el contrayente había prestado al papado sirviendo como zuavo. Desde su matrimonio se mantendrán permanentemente unidos, aún en los peores momentos e incluso en las acciones de guerra.

La gratitud y el afecto de Pío IX por D. Alfonso se mantuvo viva por el resto de sus días. En el testamento papal se citan sólo dos nombres: el del Infante carlista y el de la hermana del Papa. En un codicilo autógrafo adjunto a su testamento se confirma patentemente este aprecio: "En el Vaticano, 2 de octubre de 1877... a S.A.R. don Alfonso de Borbón, antiguo zuavo, lego una representación en madreperla de la Resurrección".

El viaje de novios se interrumpió en Malta por una comunicación de su hermano en la que le solicitaba que se reuniera con él en Ginebra para que se sumara a los preparativos del levantamiento carlista que tendría lugar justo un año después.

En mayo de 1872 fue nombrado General en Jefe del Ejército Real de Cataluña. Entró en Cataluña en diciembre de ese año. Más tarde ocupó la jefatura del Ejército del Centro y de Cataluña, con jurisdicción en Cataluña, Valencia, Murcia, Aragón, Guadalajara y Cuenca. Tras las desavenencias con su hermano Carlos a causa de la separación del ejército del Centro y de Cataluña, D. Alfonso y Dª María de las Nieves abandonaron España instalándose en Gratz, donde su madre Dª Beatriz había entrado en el convento de las Carmelitas Descalzas.
Años después fijaron su residencia en el castillo de Puccheim (Austria). Apartados de la actividad política, pero siempre reconociendo la legitimidad de su hermano Carlos, los Infantes dedicaron gran parte de su tiempo a viajar por los cinco continentes con nombres falsos y pasaporte sudamericano. También promovieron actividades de denuncia de la masonería, como el Congreso antimasónico de Trento, o la creación de la Liga contra el Duelo que se extendió por gran parte de Europa y obligó a modificar gran parte de los códigos penales europeos.

Durante la I Guerra Mundial acogieron en sus posesiones a los soldados heridos en el frente, estableciéndose en su castillo de Puccheim un hospital de sangre.

Visitaron varias veces España, siempre de incógnito, pasando por Madrid, Valencia, Baleares, Canarias y Andalucía. El 14 de abril de 1931, en el momento en que se proclamó la II República, se encontraban en Sevilla.

Ese mismo año se produjo un hecho que cambiaría radicalmente los últimos años de sus vidas. El 2 de octubre de 1931 fallecía repentinamente en el exilio de París su sobrino, el rey carlista, Jaime III, hijo de Carlos VII. Al morir soltero, los derechos dinásticos pasaron a su tío D. Alfonso que pasaría a ser la máxima autoridad de la legitimidad carlista con el nombre de Alfonso Carlos I (para no ser confundido con el exiliado Alfonso XIII, de la rama liberal). A pesar de su edad, 82 años, mantuvo una gran actividad al frente de un carlismo renacido: los grupos disidentes y escindidos en décadas anteriores (mellistas e integristas) volvieron a integrarse en el carlismo;  se participó activamente en la oposición a la República especialmente por su legislación laicista y nombró como Jefe Delegado al abogado andaluz D. Manuel J. Fal Conde que revitalizó política – con proliferación de círculos, prensa,  actividades, “aplecs”… - y militarmente a la organización carlista de toda España .

D. Alfonso Carlos, que no tenía hijos, dedicó  gran esfuerzo a dejar solucionada la cuestión sucesoria dentro del carlismo. Para ello instituyó el 23 de enero de 1936 una Regencia en la persona del Príncipe don Javier de Borbón Parma que pasaría a ser efectiva en el momento de su fallecimiento.

D. Javier y Fal Conde recibieron plenos poderes de D. Alfonso Carlos para preparar al carlismo para el levantamiento contra la República,  en un plan alternativo al de la conspiración militar encabezada por Mola.

Sepulcro de D. Alfonso Carlos en Puccheim
El 28 de septiembre de 1936, al salir a pasear desde su domicilio de Theresianum Gasse 9, distrito IV de Viena, acompañado de su esposa, fue atropellado por una furgoneta de la policía vienesa. Herido de gravedad, falleció al día siguiente a los 87 años de edad. Moría así el último sucesor directo de la dinastía carlista. D. Javier de Borbón Parma, el 3 de octubre, ante el cadáver del rey carlista se comprometía a “ser el depositario de la Tradición legitimista española y su abanderado hasta que la sucesión quede regularmente establecida”.

Su esposa Dª María de las Nieves murió en Viena el 15 de febrero de 1941, a los 85 años de edad. Ambos están enterrados en la capilla del castillo de Puccheim (Austria).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un saludo y gracias por la explicación dada en este artículo.-

Salve Hispania Romana Y Visigoda.-
Viva La Unión De Aquestos Reynos.-

Rokan; Señorío De Vizcaya ( Corona De Castilla ).-