lunes, 10 de marzo de 2008

¡Bienaventurados los Mártires!

El 10 de marzo, desde 1895, sin necesidad de que el poder aprobase la Ley de Memoria Histórica, los carlistas, siguiendo el mandato del rey Carlos VII - «propóngome que se instituya una fiesta nacional en honor de los mártires que desde el principio del siglo XIX han perecido a la sombra de la bandera de Dios, Patria y Rey [...] y designo para celebrarla el 10 de marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V» -, conmemoramos a los muertos, a los perseguidos, a los exiliados, a los heridos, a las viudas, a los huérfanos. En una palabra: a los que han sufrido martirio cruento o incruento por Dios y por España, por las Libertades y por la Legitimidad, desde 1833.


Algunos de esos Mártires de la Tradición han sido beatificados por la Iglesia. Muchos eran sacerdotes y religiosos o religiosas. Otros eran seglares y militantes activos y con responsabilidades dentro del carlismo durante los años de la II República. Entregaron a Dios lo mejor de sí mismos. En recuerdo a todos ellos presentamos estas breves reseñas biográficas de los once beatos seglares carlistas, todos ellos valencianos. A su intercesión nos acogemos.


La información la hemos obtendido del magnífico trabajo de investigación de D. Luis Pérez Domingo, que se ha visto plasmado en su libro Mártires carlistas del Reino de Valencia, editado por ACTAS en 2004 y del que recomendamos su lectura. Desde estas líneas nuestro agradecimiento y reconocimiento a Luis por haber contribuido a que esta faceta tan importante de nuestra historia no se pierda en el olvido.




Amalia Abad Casasempere
Nació el 11 de diciembre de 1897 en Alcoy. Presidenta de la sección política de la Junta de las Margaritas de Alcoy en 1932. Más tarde se encargó de la presidencia de la sección electoral. También se ocupó de la formación espiritual de las jóvenes margaritas, organizando retiros y ejercicios. Pertenecía a la Acción Católica. Fue detenida el 21 de septiembre de 1936, siendo encarcelada en el antiguo colegio de las Esclavas. Allí se la vejó y maltrató física y moralmente. Fue asesinada el 29 de septiembre en una cuneta de la carretera de Benillup a Almudaina. Tenía 39 años.



Rafael Alonso Gutiérrez
Natural de Onteniente, donde nació el 14 de junio de 1890. Administrador de Correos y militante carlista de Onteniente. Fue detenido el 4 de agosto de 1936 y encerrado en la parroquia de San Francisco. Fue entregado al comité de Aleyo que lo sometió a crueles torturas e incluso fue enterrado vivo. De Aleyo fue devuelto a los de Onteniente en un estado lamentable. La noche del 11 de agosto fue conducido a Agullent donde fue martirizado junto a los también carlistas Carlos Díaz y José Mª García Marcos, perdonando y gritando “Viva Cristo Rey”. Quedó malherido y aún pudo hablar con sus familiares a los que pidió que perdonaran a sus verdugos, a los que no quiso delatar. Tenía 46 años.


Mario Blanes Giner
Nació en Alcoy el 19 de septiembre de 1888. Empleado. Padre de cinco hijos. Militante carlista, pertenecía también a la Adoración Nocturna. En 1917 fundó el Centro Instructivo Católico. Durante la República evitó el incendio a la parroquia de San Mauro y San Francisco. Fue detenido el 21 de julio y asesinado la noche del 7 al 8 de septiembre, tras un penoso cautiverio. Se desconoce el lugar exacto de su martirio. Tenía 48 años.



Florencia Caerols Martínez
Nació en Caudete el 20 de febrero de 1889. Obrera textil, ocupó la presidencia del Sindicato Católico Femenino. Era celadora de la Junta de Margaritas de Caudete. Fue detenida el 23 de septiembre de 1936. Durante cinco días permaneció presa en el convento de las Esclavas de su pueblo, pasando después a la cárcel del Partido Judicial. Fue asesinada el 2 de octubre en Rotglá y Corbera. Murió perdonando a sus verdugos. Tenía 46 años.

José Mª Corbín Ferrer
Nació en Valencia el 26 de diciembre de 1914. Químico, afiliado a la Comunión Tradicionalista y miembro de la Acción Católica. Asistía a un curso de verano de la Universidad de Santander. Fue detenido el 28 de agosto de 1936, siendo encerrado durante quince días en la checa instalada en el ayuntamiento de Santander. De allí pasó al buque-prisión “Alfonso Pérez”. Fue asesinado en la gran matanza del 27 de diciembre, junto a 166 vícimas más. Murió gritando “¡Viva Cristo Rey”. Tenía 22 años.

Carlos Díaz Gandía
Nació en Onteniente el 25 de diciembre de 1907. Cestero. Fue delegado comarcal de las Juventudes Tradicionalistas y presidente de la Acción Católica de su localidad. Tenía una hija de ocho meses cuando fue asesinado. Fue detenido el 4 de agosto, siendo encerrado en la iglesia de San Francisco. El 7 fue conducido a Aleyo, donde fue torturado junto a Rafael Alonso. De vuelta a Onteniente, fue apaleado con extrema crueldad. La noche del 11 de agosto fue trasladado a Agullent donde fue martirizado en compañía de Rafael Alonso y José Mª García, muriendo con el grito de “¡Viva Cristo Rey!” en los labios. Tenía 28 años.


Salvador Damián Enguix Garés
Nació en Alzira el 27 de septiembre de 1862. Veterinario. Se le obligó a dimitir de su cargo como veterinario municipal al proclamarse la República. Fue presidente local de la Comunión Tradicionalista y de la Adoración Nocturna de Alzira, de la que era fundador. Fue detenido el 6 de agosto y puesto en libertad a las pocas horas. A finales de octubre fue detenido de nuevo y encerrado en el Colegio de las Escuelas Pías. De allí lo llevaron al cementerio donde fue fusilado. Quedó malherido y pudo llegar a una casa cercana que era de su propiedad, allí lo encontraron al día siguiente, siendo rematado. Tenía 74 años.



Carmen García Moyón
Nació en Nantes el 13 de septiembre de 1888. Soltera, ama de casa. Hija de un combatiente de la Tercera Guerra, exiliado en Nantes. La familia regresó a España a principios del siglo XX, instalándose en Segorbe. Pasó por el noviciado de las Terciaras Capuchinas de Altura, pero no renovó sus votos. Más tarde pasó a vivir a Manises y después en Torrente. Aquí fue celadora de las Margaritas. También pertenecía a diferentes asociaciones religiosas. En el atardecer del 30 de enero de 1937 fue detenida en su domicilio y llevada al camino de Morredondo, en Torrente, donde sus asesinos trataron de violarla sin conseguirlo. Fue rociada con gasolina y quemada viva. Tenía 48 años.

Carlos López Vidal
Nació en Gandía el 1 de noviembre de 1894. Sacristán. Era el presidente del Ateneo Católico-Tradicionalista de Gandía en 1933 y Delegado de la Juventud Tradicionalista en 1934. Se ofreció al Corazón de Jesús como víctima por la salvación de España. Fue asesinado el 6 de agosto de 1936 en Gandía, en el paraje conocido como La Pedrera. Su cuerpo fue abandonado y quemado tres días depués. Tenía 41 años.



Pablo Meléndez Gonzalo
Nació en Valencia el 6 de noviembre de 1876. Abogado y periodista. Padre de 10 hijos. Fue presidente de la Juventud Católica, de la Junta Diocesana de Acción Católica y de las Asociación de Padres de Familia. Asesosor personal de los arzobispos de Valencia. Director de la Voz de Valencia.
Fue jefe regional integrista, se integró en la CT al proclamarse la República. En 1934 pasó a formar parte del consejo regional de la Comunión Tradicionalista. Colaboraba con el semanario El Tradicionalista. Fue detenido el 25 de octubre de 1936 y encerrados en la Cárcel Modelo. Ambos fueron sacados la noche del 24 de diciembre y asesinados en las proximidades de Castellar. Tenía 60 años.


Josefina Moscardó Montalvá
Nació en Alzira el 10 de abril de 1880. Ama de casa, soltera. Afiliada a las Margaritas, hermana del tesorero provincial de la Comunión Tradicionalista, también asesinado en octubre de 1936. Miembro activo de la Acción Católica y otras asociaciones, destacaba por su caridad y virtudes. Predijo su muerte a su hermana: “A mí me matarán y moriré gritando ¡Viva Cristo Rey!”. Fue asesinada en Alzira el 22 de septiembre de 1936, a los 56 años.

Beatos mártires y carlistas: ¡rogad por nosotros!



Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria redimieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
por eso como mártires murieron.

Inmolarse por Dios fue su destino,
salvar a España su pasión eterna,
servir al Rey su vocación y sino.

¡No supieron querer a otra Bandera!
¡No supieron andar otro camino!
¡No supieron morir de otra manera!

Martín Garrido Hernando (Poeta Carlista Burgalés),
voluntario del Tercio de Requetés de Burgos-Sangüesa

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